domingo, 8 de febrero de 2009

La generación sin armario

Hace ya tiempo un amigo me preguntó que qué hacía yo para cambiar el mundo. Fácil, le respondí. Yo lucho por la igualdad de aquellos que como yo, aman a gente de su mismo sexo. ¿Y cómo lo haces? me contestó incrédulo. Simplemente viviendo tal y como soy, le dije.

Y es que aunque a veces nos parezca que no, eso que algunos llaman el activismo de hecho, es decir el luchar por nuestros derechos simplemente no escondiéndonos, es la forma más sencilla pero también más eficaz que existe de lucha. Está claro que la visibilidad abre las mentes y cada vez que alguno de nosotros dice: he quedado con mi novio, ayer conocí a un chico o he salido del armario en el trabajo, está haciendo mucho más que si cada año acude al desfile del orgullo en sagrada procesión, está formando los cimientos de esa nueva sociedad que entre todos creamos. Esa sociedad en la que con suerte la gente no será discriminada por su raza, sexo, u orientación sexual. Esa que todos anhelamos y que por mucho que aparezca en la Constitución, tantas y tantas veces no se corresponde con la realidad.

Y todo esto viene a que hoy aparecía en primera plana del País Semanal éste artículo titulado "La generación sin armario", que habla de cómo esta última generación, la nuestra, puede y de hecho ejerce su derecho a vivir en total libertad amando a quien quiera amar.

Puede que hoy peque de optimista, aunque creo que se compensa por todas esas veces que peco de lo contrario, pero no deja de sorprenderme cómo las nuevas generacions van asumiendo con cada vez mayor normalidad la homosexualidad. Cómo los personajes gays en las series se multiplican, los referentes están por doquier y el hablar del tema ha pasado del tabú a la más absoluta normalidad. Un chico me decía el otro día que en su insituto hay no se cuántos gays y lesbianas fuera del armario y yo no puedo evitar compararlo con mi colegio... donde lo más gay que teníamos era el rosa del salón de actos.

De igual forma me quedé atónito cuando una alemana se sorprendió porque mis padres no supieran que era gay: pensé que en España eso era muy normal, me dijo. Lo mismo que cuando escucho los comentarios de americanos que me dicen: tendré que ir a España a casarme porque aquí la cosa está difícil. Porque por mucho complejo que tengamos los españoles, parece que vamos de los primeros en algo, y afortunadamente ese algo esta vez es progreso.

Por eso hoy no quiero hablar de obispos, familias tradicionales, armarios o estereotipos. Hoy simplemente quería deciros que soy un chico con ganas de enamorarse. De enamorarse de otro chico por supuesto.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

aiiii :D me ha gustado!
pues si,pro una vez vamos a la cabeza en algo,y en algo muyy importante,que es camino hacia la libertad y la tolerancia.
muaa!!!

nacho dijo...

tengo los pelos de punta.
no podría estar más de acuerdo

Anónimo dijo...

:D!!!! ains mi yes!!!!

ya llegará el novio, ahora limitémonos a quedarnos muertas chávarri al salir por la calle y ver lo petardos que somos cuando nos juntamos jajaja y al llegar a casa, posts filosóficos en los que dejar patentes que somos más que sexo.

Gracias por existir en mi vida, de verdad. Hoy necesitaba darte las gracias por estar ahí, no me gustaría perder a mi yes!!

Besos!

PD: Y sigamos ejerciendo nuestros derechos! POR UNA VIDA SIN DISCRIMINACIÓN!

Christian Ingebrethsen dijo...

Como bien dice la fulana que tengo arriba no tengas prisa que ya llegará el maromo cuando tenga que llegar, me ha encantado tu post y el artículo es soberbia, retrata a la perfección una realidad que está ahí, aunque yo sigo viendo mucho armarismo.

Besos.

Winnie dijo...

Yo sólo quiero desearte que encuentres a ese chico que deseas para tu vida. Afortunadamente...el mundo va abriendo o mejor dicho aceptando ciertas realidades...Besos

Phoenix dijo...

Sin duda,no hay activismo más demoledor que el día a día.
Y debemos sentirnos afortunados de ejercerlo.
Sin aspavientos,simplemente siendo.

Besoo =)

Ra dijo...

Soy Don Armario,

... y sí, llevas toda la razón. Muchas veces he pensado que todos deberíamos contribuir dejandonos llevar y viviendo sin tener que escondernos.

En mi caso aún no ha llegado ese momento, espero que no tarde mucho.

Un saludo

Ra

Ferendus dijo...

olé!!

Anónimo dijo...

Joe...gracias por ser el ejemplo de "como vivir tu vida como la sientes". Que genial, optimista y esperanzador...

Rebel dijo...

qué mono! tiene ganas de enamorarse. Ahora sé que el sábado contribuí a la lucha pro-derechos gays al besarme con alguien por la calle...ains!Qué activista soy!

mytemptation dijo...

...te deseo lo mejor, si quieres pecar, peca. si quieres amar, ama...ojalá se cumplan tus deseos. sigue disfrutando de tu libertad con la misma sonrisa...bss

Arrierita dijo...

Siempre he pensado (y predicado) que el activismo personal es el más importante. Ojalá más personas pensaran como tú. Sois los que realmente estáis cambiando la sociedad desde sus cimientos...

Una, que es optimista dijo...

estoy completamente de acuerdo contigo y además lo explicas con tanta naturalidad y de forma tan cabal que es imposible no estarlo. Yo también creo que el activismo de hecho se está imponiendo y es la mejor forma de "normalizar" (tiene huevos ya el mero hecho de tener que usar este tipo de palabrita)algo que es en sí mismo tan absolutamente "normal". También la gente hetero tenemos que tomar partido en esta misma lucha dejando de "exhibir" a nuestros amigos gays, como si fueran una "rara avis" con la que hemos tenido la suerte de toparnos. No sé si me explico. También podemos hacer algo para que todo se vea más "normal" (insisto en las comillas).

Sísifo de Éfira dijo...

Parece que ese artículo ha calado hondo, porque ya lo he visto mencionado en algún otro sitio. De todos modos, tras ojearlo por encima, me pareció que podría pecar de optimista o de ingenuo. No todos los gais de este país vivimos en ciudades grandes, ni todos tenemos amigos y compañeros y vecinos la mar de modernos y de abiertos. Los que trabajan en el andamio y en un pueblito pequeño tienen otra versión del tema muy distinta.
De todos modos estoy de acuerdo contigo. Cuando salgo por la calle con mi chico de la mano pienso que estoy haciendo posible que quien me vea hoy con cara de asombro deje de hacerlo mañana, lo cual es más pensar en mí que en mi prójimo, pero también en él.
Este país tiene mucho que mejorar, pero también tiene cosas estupendas.